Alfred Jarry (1873-1907) Dramaturgo, novelista y poeta francés, precursor del Dadaísmo, del Surrealismo y del Absurdo, recién llegado a París se convirtió en un habitué de los cenáculos frecuentados por los poetas simbolistas.
Alumno de Henri Bergson (escritor y filósofo francés), consigue el aplauso del gran París en 1896 con Ubu rey, comedia satírica en la que se entremezclan referencias a 'Macbeth' con los excesos de un monarca tan tirano con nobles y plebeyos como cobarde en la guerra. Contra todo pronóstico, el éxito que conoce 'Ubu rey' en el París del final de la belle époque es tal que Jarry escribe una segunda parte con el título de 'Ubu encadenado' (1900). La gloria literaria corre a la par de la autodestrucción a la que el dramaturgo parece condenado irremediablemente. Alternando realidad y ficción en sus delirios de borracho, escribe 'El amor absoluto' (1899), 'Mesalina' (1901) y la curiosa novela ‘El supermacho’, definida en su edición española como "una muestra de los juegos a los que la teoría y la práctica del amor pueden entregarse teniendo por rival a las máquinas, a la velocidad, a todas las fantasías de los avances científicos de comienzos del siglo XX". Para la crítica, tan singular obra vino a ser un curioso ejemplo de "futurismo grotesco".
Alfred Jarry, montaba en bicicleta y pescaba, era diestro en el uso de la espada y llevaba casi siempre dos pistolas descargadas con las que disparaba simbólicamente contra todo pseudo-artista o impostor intelectual que se cruzaba en su camino.
Muere alcoholizado en 1907, sin llegar a ver la publicación de ‘Gestas y opiniones del doctor Faustroll, patafísico'. A raíz de su lectura, sus admiradores ponen en marcha una ciencia llamada "patafísica" en 1948, como contrapunto irónico de los Colegios profesionales, las Academias de arte y las ciencias, Mélanie Le Plumet, Oktav Votka y J-H Sainmont fundaron el Colegio de Patafísica, una organización dedicada a difundir la patafísica, que otorgaba títulos rimbombantes a sus miembros. A lo largo de los años, numerosos artistas fueron cooptados como ilustres socios del colegio de patafísica, entre ellos Raymond Queneau, Enrico Baj, Boris Vian, Eugène Ionesco, Jean Genet, Jacques Prévert, Joan Miró, Umberto Eco y Fernando Arrabal, Max Ernst, Joan Miró, Marcel Duchamp, Jean Dubuffet, René Clair.
El colegio de Patafísica se define como una "sociedad docta e inútil dedicada al estudio de las soluciones imaginarias y las leyes que regulan las excepciones". La palabra «patafísica» es una contracción de ἐπὶ τὰ μετὰ τὰ φυσικά («epí ta metá ta physiká»), que se refiere a 'aquello que se encuentra «alrededor» de lo que está «después» de la Física'. Se basa en el principio de la unidad de los opuestos, y se vuelve un medio de descripción de un universo complementario, constituido de excepciones. En el universo de Alfred Jarry todo es anormalidad, donde la regla es la excepción de la excepción. La regla es lo extraordinario, y eso explica y justifica la existencia de la anormalidad.
El Colegio de Patafísica decretó un periodo de ocultación, pero según parece el 20 de Abril del 2000 celebraron la Desocultación. Anunciaban una exposición de "Agujeros, Nadas y Espejismos" pero al parecer nadie la encontró.