Dos cosas no nos han de faltar: las delicias de la carne y las delicias de la literatura
Sei Shonagon
Sei Shōnagon, fue una escritora japonesa que vivió en el siglo X, durante la Era Heian. La opinión más extendida declara que su verdadero nombre fue Kiyohara Akiko, se la conoció como Sei Shônagon durante su servicio en la corte imperial por el año 990. Sei es la lectura china del primer ideograma de su apellido, Kiyohara; Shônagon es el nombre genérico que designa a cualquier ayudante de menor rango de la emperatriz.
Fue hija del poeta Kiyohara no Motosuke. Gracias a la destacada situación de su padre, logró convertirse en dama de compañía de la emperatriz consorte Fujiwara no Sadako, esposa predilecta del emperador Ichijō. La historia cuenta que se casó o convivió con Tachibana no Norimitsu, con el que tuvo un hijo. Mantuvo una relación con Fujiwara no Muneyo y tuvo una hija con él, Koma no Myobu. Se le atribuyeron además numerosos amantes.
Su obra más importante, Makura no Sōshi ("El libro de la almohada"), se trata de un auténtico tratado de la naturaleza humana y las costumbres de la corte, con largas listas, extensos catálogos de las más variadas experiencias. Cosas inapropiadas, cosas molestas, cosas sorprendentes y perturbadoras, cosas que pierden al ser pintadas, cosas que ganan al ser pintadas, cosas que no pueden compararse, cosas espléndidas. Así, en un recorrido inagotable —y sólo caótico en apariencia—, Shônagon nos cuenta que acaba de mandar un poema —el envío de cartas es constante entre los amantes—, y luego de que el mensajero ha partido, encuentra un par de palabras que corregir. Es una noche de primavera y la luna luce hermosa. A vuelta de página, un precepto: no manchar con tinta el cuaderno en el que copiamos relatos y poemas. Si es una libreta fina, debemos procurar no hacer borrones, "pero por alguna razón nunca lo logramos", se lamenta la autora. Aún no se desvanece el rocío en las enredaderas de campanillas, y se nos permite asomarnos al lecho de una mujer, que yace en la cama luego de que su amante se retira. Se nos cuenta que está cubierta con una ligera prenda de color malva forrada de violeta oscuro, que las tonalidades del exterior y del interior de su ropa son frescas y brillan. Vemos que su cabello en pesadas trenzas se organiza en cascadas, y podemos imaginar lo largo que ha de ser cuando cae libremente sobre su espalda. Y nuevas listas: cosas elegantes, cosas que dan una impresión patética, cosas que no pueden compararse, cosas que han perdido su poder.
Cosas encantadoras
Un pequeño gorrión que viene saltando al imitar alguien el chillido de un ratón.
Un niño de dos años que viene gateando apurado, en el camino encuentra una pequeña basura, la recoge y la muestra a los mayores. Una adorable escena.
Una niña a la que están cortando los cabellos como a una monja, de manera que los ojos quedan cubiertos, despeja su cara sin usar las manos, inclinando su cabeza a un costado pues quiere ver algo. Realmente encantador.
Arrancar las hojas pequeñas de un loto que flota en el estanque.
Las hojas de la malva pequeña son también deliciosas. Culquier cosa, si es diminuta, resulta grata.
Cosas Particulares (casos en que la gente dice lo mismo peor suena diferente)
El lenguaje de un bonzo.
El discurso de los hombres y el de las mujeres.
La lengua de la gente vulgar, cuyas palabras nunca dejan de tener una sílaba de más.
Cosas odiosas
Un carruaje pasa rechinando. Me irrita pensar en sus ocupantes que no se percatan de eso. Si yo viajara en un carruaje ruidoso, detestaría no sólo el carruaje sino también a su dueño.
Una persona que se desea salud a sí misma después de estornudar. En verdad abomino de todo aquel que estornuda, excepto si es el dueño de casa.
El ladrido de los perros cuando es prolongado y a coro es de mal agüero y odioso.
Alguien nos va a contar alguna novedad interesante, y un bebé empieza a llorar.
Una bandada de cuervos vuela en círculos con estridentes graznidos.
Un admirador llega en visita clandestina, el perro lo avista y ladra. Una desearía matar al animal.
ESO Y OTRAS MILES DE COSAS
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